«Al hablar, pensar, gestualizar o intervenir en algo, nos adentramos siempre en parajes de lo desconocido. La función del arte no es otra cosa más que el descubrimiento de los paisajes de lo desconocido»..
(Bartolomé Ferrando).
En “La inquietud de las cosas” se enlazan dos universos poéticos: el de la Casa Museo de Emilia Pardo Bazán y el de la artista argentina Romina Casile.
De esta superposición surge un nuevo paisaje que se desarrolla semánticamente entre los rincones de la casa, el mobiliario y las piezas audiovisuales; entre el pasado y el presente; entre las palabras y los sonidos.
En su obra, Romina Casile, indaga en las potencialidades de los objetos y espacios como signos lingüísticos, explorando en los vínculos de intimidad y los modos de comunicación que entablamos con ellos. A través del desarrollo de diversos artilugios, resemantiza los objetos otorgándoles una nueva funcionalidad sonora que se manifiesta en performances, que son a su vez, el resultado de una serie de ensayos que buscan desarrollar la intuición, la conciencia y el diálogo.
Esta propuesta logra trascender el tiempo y el espacio para que ambas artistas se encuentren por primera vez y resuenen en la búsqueda de sensibilidades que atraviesan distintos modos de habitar la cotidianidad.