La Casida de la tierra que nos dejan es una obra sonora de Marcelo Expósito compuesta de cuatro piezas publicadas en disco de vinilo. Este trabajo dialoga con la manera en que Luigi Nono adaptó de forma temprana la poesía de Federico García Lorca, intentando escarbar en las capas de idealización acumuladas tradicionalmente sobre el escritor granadino, con el fin de llevar a cabo una actualización materialista de procedimientos comunes tanto al escritor como al músico.
La pieza que da título al proyecto, y que recompone fragmentos de la trilogía rural de Lorca, se organiza alrededor del uso sinfónico de las voces de mujeres como un dispositivo dinámico, pero también conceptual a la hora de crear el prototipo de una comunidad simbólica convocada al rededor de la ausencia de los cuerpos histórica y actualmente desaparecidos. Es en este mismo sentido que la “Gacela del silencio (Lenin en el diván)” —otra de las piezas que forma parte de este proyecto— incorpora un pasaje de la banda sonora de Mudanza (2008), la película de Pere Portabella filmada en la Huerta de San Vicente, que Expósito considera una obra capital sobre Lorca como gran sinécdoque de las víctimas de desaparición forzada por la dictadura franquista.
El conjunto de este proyecto se remite también a la coincidencia casi exacta que existe entre dos centenarios que se cumplen en 2024: el nacimiento de Nono y la muerte de Lenin, quien constituye una presencia fantasmática en los Epitafios que el músico italiano compuso a partir de Lorca.